Día 20 de Cuarentena

La cuarentena definitivamente no me ha tratado nada bien desde el día 1. Pero luego de 20 días de contingencia, por fin me regresó algo bueno: mi compañero.

Este tema de la cuarentena ha sido muy difícil para muchos, porque para ellos implica encierro; sin embargo, yo he tenido que seguir trabajando, e incluso aún más que antes. A pesar de esto, he vivido este estado de emergencia y pánico (en otras personas) de una manera muy diferente a lo que muchos de mis amigos lo han hecho. He estado tranquila, cuidando mucho de mi salud y el contacto que tengo con otras personas, y o único que antes me causaba pánico era el hecho de que mi -significant other- estaba muy lejos de su familia y de mí y, por lo tanto, no había quién pudiera cuidar de él mas que él mismo. Pero luego de pensar muy bien en las posibilidades, y aprovechar una oportunidad muy buena, decidió volver a casa y vivir esta contingencia de cerca con sus seres queridos.

Estar lejos de alguien a quien quieres es difícil, todavía más cuando hay una pandemia sucediendo y no hay nada seguro. Este tipo de situaciones, a mí, me hacen ver las cosas con más claridad. (La lejanía) Me ayuda a definir mis prioridades y así lo he hecho; y para festejar el regreso jugamos Monopoly.

Tomé esa foto mientras se "hacía aire" con los tres billetes que le quedaban y tenía que pagar la hipoteca de una de sus propiedades para poder recuperarla. Al final me ganó. Tenía tanto dinero que le daba lástima cobrarme por pisar sus propiedades y luego me dijo "ten, podemos compartir nuestro dinero y jugamos como uno"; y entendí. Los dos sabíamos que no tenía sentido jugar "como uno", porque no habría a quién ganarle, pero a final de cuentas, en la vida no tenemos que ganarle a nadie. En la vida hay muchos tipos de parejas funcionales pero, para mí, éste es mi tipo. Esa gente que quiera compartir contigo, y no sólo el dinero, sino el tiempo, la contingencia, las tristezas o hasta las deudas. Yo con él me gané la lotería, porque podrá ser malísimo jugando Monopoly, y puede que gane con mucha suerte, tal vez termina acabándose MI dinero, pero lo que nunca se acaba es el amor y todo el valor que le doy a lo que hace por mí.

Esta pandemia está llena de pánico porque todos creemos que vamos a durar milenios en la tierra, pero luego "algo" nos recuerda que no es cierto, y que nos hace falta recordar lo verdaderamente esencial.

Ámense y cuídense mucho, y si les es posible, recuérdenle a todos los que les importan que así es, porque la vida vuela más rápido que una pandemia.